Capitulo II - Detrás De La Puerta

Todos los personajes, asi como las situaciones que se expresan en éste trabajo son ficticias, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

«No importa cuanto tiempo pase, tarde o temprano la verdad sale a flote.»

Cuando logramos un objetivo sin que nos cueste trabajo, nos asusta. Por que no sabemos si es real, dudamos de haber obtenido ese algo de la manera mas fácil.

De entre todos los besos que había dado, éste en especial tenia un halo de adrenalina, miedo y sobre todo sorpresa. Julián se había entregado por completo para disfrutar ese beso que (sinceramente) llevaba deseándolo desde tiempo atrás, incluso antes que Edy, el entrenador lo nombrara Capitán por ser el mejor jugador del equipo.

Habían pasado escasos veinte segundos pero para Julián era un momento que se estaba alargando por horas, y lo disfrutaba, sin importar lo que pasaría después, ambos ya se habían demostrado con ese ósculo que se atraían.

Finalmente, el entrenador separó sus labios de los de Julián, pero no alejo su cara de él, Julián podía sentir en su nariz la agitada respiración de Edy, una agitación causada por la excitación la cual también pudo sentir cuando levantó su rodilla y pudo sentir en la entre pierna de Edy el resultado de un beso lleno de adrenalina.

Apenas sus miradas intentaban separarse pero no podían, hasta que el entrenador decidió matar el silencio y con voz nerviosa y tenue (por la excitación) susurró: "ambos sabemos lo que somos, no importa definirlo, no importa que solo tu y yo lo sepamos, y quiero que así sea".

A pasos acarrerados Edy salió de los vestidores aun mordiendose los labios y Julián se quedó mirándolo mientras terminaba de ponerse el uniforme del diario.

No se cansaba de recordar la escena, estaba ausente mientras sus amigos le hacían platica en el comedor a la hora del almuerzo; todos trataban de averiguar lo que había pasado por la mañana en la cancha de fútbol pero parecía que Julián estaba en otro planeta.

-¿HOLA? ¿HAY ALGUIEN AHÍ? -Daniela, su mejor amiga le daba golpes en la cabeza intentando regresarlo a la platica- En serio Julián, ya cuéntanos lo que pasó, ¿Es verdad que renunciaste?

-Ah… si, si es verdad, creo que tengo derecho a disfrutar el torneo desde las gradas ¿No?

-¡NO! -Daniela y Fermín (su otro mejor amigo y cómplice en sus aventuras desde segundo grado de primaria) gritaron al unísono.

-Escucha compadre, tu papá sabe que estás a punto de ganarte la beca en la Universidad del Deporte, así que es simple: NO PUEDES RENUNCIAR.

-Hay cállate, todos aquí sabemos que no está en mis planes ir a ésa universidad.

-Si, ése es el problema, que solo tu, Fermín y yo somos los que sabemos, creo que tu papá ya debería estar enterado también.

-Imposible, quiero que sepa cuando la fecha esté mas cerca.

-Pues entonces hace tiempo debería saberlo, ¿Te has dado cuenta solo faltan tres meses para salir de secundaria?

-Osh, no me agobies con tus aburridisimos serm…

-JULIAN RODRIGUEZ, SE SOLICITA SU PRESCENCIA EN LA OFICINA DEL MAESTRO EDUARDO GODOY…

Era el altavoz escolar, aun había una conversación pendiente entre el y Edy ya que en los vestidores debido a que habían estado ocupados no llegaron a un acuerdo.

Julián sabia que Edy lo había llamado para convencerlo de que no renunciara al equipo, francamente le convenía seguir en él por que solo así tendría motivos para estar mas cerca de Edy, así que estaba dispuesto a ceder, claro no sin antes hacerse un poco del rogar.

Antes de que sus amigos empezaran con el extenso cuestionario y lo aconsejaran para que no renunciara, decidió tomarse de un sorbo lo que le quedaba de su jugo de naranjas y ponerse de pie, tomar sus cosas para dirigirse a la oficina del entrenador.

En su trayecto sonó el timbre para que los alumnos regresaran a sus aulas. Las oficinas de los profesores apenas habían sido construidos detrás de los laboratorios de practica de química y computación.

Tenía amplia experiencia en entrar a ésa oficina, la conocía como la palma de su mano y debido a la confianza ahora mas estrecha entre ambos no era necesario tocar la puerta así que entró e inmediatamente vio a Edy sentado detrás del escritorio, recorrió con la mirada el lugar que estaba perfectamente decorado con varios trofeos algunos de ellos fruto del esfuerzo entre ambos. Se sentó en una pequeña mesa que estaba junto a la puerta y esperó con cara de atención a lo que Edy le dijera.

-No quiero quitarte tiempo por que sé que tienes clase.

-No te preocupes, para ti tengo todo el tiempo que quieras.

-¿En serio? - levantándose de la silla, caminó hacia Julián y se acercó a el - pues solo quiero decirte que vas a jugar - simple y sencillamente lo tomó de los brazos y lo besó.

Nuevamente volvió a sentir esa hermosa sensación que solían causarle los labios de Edy, ésta vez se entregaron intensamente en un beso apasionado y en el momento que Julián llevaba su mano a la entre pierna de Edy de un golpe SE ABRIÓ LA PUERTA Y LA DIRECTORA OBSERVÓ LA ESCENA.