lunes, 11 de julio de 2011

Capitulo IV - Gracias Por Cambiar Mi Vida.

Todos los personajes, asi como las situaciones que se expresan en éste trabajo son ficticias, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

«Hay despedidas que dejan el alma vacía y a la vez llena de soledad»

Decir adiós cuando sabemos que va a haber un regreso, a veces duele mas que un adiós definitivo, por que nos deja la inquietud de pensar, anhelar y esperar ése regreso.
La distancia se convierte relativamente igual a soledad que deja una despedida.
Especialmente cuando nos alejamos de lo que más queremos duele, y mas aun cuando el motivo de la partida no es justa.


En la sala de aquella casa se ofrecía una cena, no era en sí una celebración, pero era la ocasión para que Julián se pudiera despedir de sus amigos, en especial de Daniela y Fermín sus mas queridos y entrañables casi hermanos.
Aun a pesar de que la cena estaba exquisita y por primera vez en mucho tiempo su mamá les había dejado comprar cervezas la platica no era la mas agradable de todas las que habían tenido.
Tenían planes, lo que harían cuando salieran de la escuela, a donde irían de vacaciones ó como se las arreglaría Julián para no ir a la Universidad del Deporte para irse a estudiar a la misma universidad que sus amigos; pero ahora todos esos planes habían cambiado, no había marcha atrás las cosas se tenían que hacer como lo había pactado con su papá.
En efecto: ya no estudiaría en la Universidad del Deporte, pero tampoco estudiaría ahí en Tepic.

-Espero que hallas tomado la mejor decisión hermano.
Fermín trataba de consolar a su amigo, no estaban enterados de lo que había pasado dos días atrás en la oficina de Edy, solo sabían que algo malo había ocurrido, tanto que ahora el ex entrenador estaba desempleado y su título le había sido suspendido para que no pudiera trabajar en ninguna escuela hasta que se tomara una decisión definitiva, además de un día para otro Julián les había dado dos noticias, la primera: que ya le había confesado a sus papás su homosexualidad, y la otra: que tendría que irse a Monterrey con su tía Paula para estudiar ahí.
-No tuve otra opción, al final de cuentas me salí con la mía y pues voy a estudiar lo que quiero.
-Pero lejos de aquí.
-Si, pero es mejor verle el lado bueno a las cosas, de otra manera mi estancia allá se me hará mas difícil.
-¿Por cuanto tiempo lograrás mantener ésa actitud?
-Todo el tiempo necesario, mi carrera termina en seis años y cuando la termine, podré regresar.
-Pero nos veremos en las vacaciones.
-No lo creo, mi papá lo que quiere es que me valla para que a la gente se le olvide que existo, así no tenga que dar explicaciones de su hijo el "jotito".

-¡Julián!
-Es la verdad mamá, le doy vergüenza.
-¿Y que esperabas?, si, es verdad, tu padre se aveguenza pero no por que seas diferente, sino por lo que hiciste, eso es algo de lo que cualquier padre se avergonzaría.
-Hay mamá, pero no fue nada tan grave.
-Sabes que lo fue, y éstas son las consecuencias y hay que responder por ellas.
Su mamá siempre le había inculcado valores, como cualquier madre, y a pesar de que a ella le dolía mas que a nadie en aquella sala, era necesario que se fuera, por que conociendo a su esposo, a Julián no le esperaban días buenos si seguía ahí.

Nuevamente el silencio invadió el lugar, solo se escuchaba el ruido de las botellas que eran consumidas lentamente por los invitados, los pocos invitados.
Sonaba un teléfono celular y Julián hacia como si no lo escuchaba.

-¿No piensas contestar?
Julián sabia quién era el que le estaba marcando, y trataba de ignorar aun a pesar de que Daniela le había recordado que su celular timbraba.
Tomó su teléfono y se apartó de la sala, para que nadie escuchara la platica.

-¿Bueno?…
-Necesito hablar contigo.
-Creo que no es conveniente, no ahora.
-¿Entonces cuando?, tu ya mañana te vas a ir de aquí.
-¿Quien te lo dijo?
-Eso no importa ahora, quiero verte, despedirme de ti; estoy en la esquina de tu casa, te espero.
-Fermín, vamos a la tienda, hay que comprar unas botanas.

Marina se imaginaba quien era el que le había llamado pues habia sido ella quien le habia mandado un correo electrónico a Edy informandole de la decision de Victor, y aunque sabia que en la mesa había bastantes botanas, se quedó callada para que Julián pudiera salir.

-¿No vamos a comprar nada verdad? - apenas habían salido de la casa y Fermín había conocido el auto rojo que estaba en la esquina estacionado..
-No, hazme un favor, esperame aquí.
Fermín tomó asiento en la banqueta de una casa desde donde podía ver la puerta de la casa de Julián y el auto rojo, así podría avisar si alguien se acercaba.

-Súbete.[…]-¿Como te fue con tus papás?
-Me van a mandar a Monterrey a estudiar con una tía. ¿Y a ti?
-Estoy bajo una investigación por parte de la Secretaría de Servicios Educativos, no tengo autorización para trabajar en ninguna escuela, dudo mucho que me vuelvan a dejar ejercer.
-Que pena.
-Fue mi culpa.
-Si, lo sé pero… ¿No me guardas rencor?
-Depende.-¿Depende?, ¿De que?-Quiero pedirte, o mas bien proponerte -Edy se había acercado a Julián, en la mirada de ambos se podía ver la atracción que se tenían uno al otro- que te vengas conmigo, me voy a ir a la frontera a trabajar, a empezar desde cero, y me gustaría que tu estuvieras conmigo.
-Estas loco, tengo 16 años, si me voy contigo mi papá te mandaría a la cárcel. Además, nosotros no nos conocemos, no sabemos si en realidad lo nuestro es amor o solo calentura.
-Para mi si es amor.
-…Pues yo no lo sé, todo ha pasado muy rápido…

Afuera, parado a media calle y desesperado Fermín trataba de hacerle saber a su amigo que ya era hora de regresar, y para colmo, había empezado a llover.

-¿Puedo pedirte un ultimo favor?
-Dime…
-Quiero estar contigo -Edy le tomo la mano y le acarició a cara..
-Estas conmigo.
-Si pero…
-Sexo.
-Si.
-Lo siento, aun no estoy preparado para eso, así que ése favor no te lo voy a poder hacer.

Edy lo tomó de los hombros y lo jaló hacia él; un beso mas, pero ahora era un beso diferente, no se sentía la misma adrenalina como en los besos anteriores.
Mojandose Fermín se asomó por la ventana del auto e interrumpió el beso, eso era algo que Julián le agradecía a su amigo.

-Ya vamonos, esta lloviendo y todos van a estar desesperados en tu casa.
-Si voy… bien, creo que esta es la despedida, deseo que todo se arregle, igual y si tenemos suerte en seis años nos veremos y en ése entonces sean otras circunstancias.
-Por favor, vente conmigo, yo te amo.
-Pero yo no puedo amarte, necesitaría mas razones para decir que te amo, y no es que diga que tu no las tengas, a quien le faltan es a mi, de ti aprendí que no importa que tan difícil es ser yo mismo por que al final vale la pena, apenas voy a iniciar una etapa nueva de mi vida y no quiero que el inicio sea un error por haber tomado una decisión equivocada, no puedo amarte, no ahora… ah… y gracias por haber cambiado mi vida.

Julián abrió la puerta y Edy por el retrovisor observó como Julián se alejaba.

Edy sabia que fue un error haberse ilusionado al creer que Julián se iría con el, a partir de ése momento no lo volvería a ver, ni a besar y que de nada serviría buscarlo por que ya no iba a estar ahí.Acepto con lágrimas en los ojos que fue un error haberse enamorado de su alumno y ahora tendría que pagar las consecuencias. Aun a pesar de lo que había planeado en un futuro, cuando ya no fuera su alumno, todos esos planes debía borrarlos por que simplemente no podía hacer nada.
Era necesario olvidarlo por que aunque se muriera por el y pasara toda la vida esperandolo… no tenia ninguna oportunidad por que simplemente no se la quisieron dar.

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