martes, 18 de octubre de 2011

Capítulo XII - Puta Fiesta.

Todos los personajes asi como las situaciones que se presentan en este trabajo son ficticias, cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

«¿Que tipo de mundo quieres?, yo, uno donde la mierda no sea el pan de cada dia.»

Irónicamente lo prohibido siempre es lo que más facil se ofrece, y nosotros por instinto humano buscamos compañia, entonces es el destino el culpable de cualquier infidelidad.

Desde esa mañana en la central de autobuses cuando Julian fue a recoger a Cinthia y a Ruben quienes recien llegaban de Tepic a visitarlo, no habian parado de platicar de sus cosas, claro, sin tocar el tema de Edy, ese tema Cinthia "se lo estaba reservando" segun Julian, hasta encontrarse solos en su cuarto y una botella de un muy buen vino.
Por la tarde Esteban se ofrecio a llevarlos al centro comercial y a dar una vuelta por la ciudad, y asi lo hicieron, pasaearon, comieron helado en una plaza, hasta se tomaron fotos en varios monumentos del centro de la ciudad.

Al caer la noche, estando ya Denice con ellos, decidieron hacer un asado en el patio, las bebidas no se hicieron esperar, Esther , tia de Julian les regaló una botella de tequila, pero ni siquiera les duro hasta que comenzaran a estar listos los retazos de carne.

—Yo, pongo otra, nada mas que necesito que alguien me lleve - Ruben se ofrecio de inmediato.
Las miradas entre Julian y Esteban se cruzaron, se hicieron unas cuantas muecas hasta que concluyeron en que Julian debia ir, le avento las llaves a Ruben, para que ambos fueran al super que habia a varias cuadras de ahi.

—¿Y, tienes pareja? - la pregunta resonó por todo el auto que avanzaba lentamente dos cuadras adelante de la entrada del fraccionamiento.
—No, desde que metieron a Edy a prision, no me he dado tiempo de salir con nadie mas.
—¿Cuanto tiempo tiene Edy adentro?
—Cuatro meses.
—¿Y en esos cuatro meses no has cogido?

La pregunta inpresionó a Edy, mas aun al sentir la mano de Ruben en su pierna.
—No.
—No te preocupes, pronto solucionaremos eso.…
—¿Perdon?
—Bueno, obviamente sabes que a mi me gustan tambien los hombres, un dia de estos nos damos una escapadita, ¿No?

En primer lugar Julian estaba sorprendido con la actitud dominante de su amigo quien ya le estaba acariciando el sostro, en segunda se sentia exitado por lo cachondo que se habia puesto el momento, Ruben no era nada feo y mas ahora que se notaba a leguas que se ejercitaba para tener ese físico musculoso, pero en tercera y lo mas importante, es el novio de su mejor amiga, ya habia pasado muchos problemas por involucrarse con "Amores prohibidos", esta vez no hiba arriezgar una amistad por un hombre.

—Lo siento, para esas cosas mejor no cuentes conmigo, Cinthia es mi amiga, y la voy a respetar.
—Bueno, ya habrá tiempo de convencerte, ah, y por cierto por Cinthia no te preocupes, ¿No has visto las miradas que se lanzan ella y Esteban?

Finalmente Julian se decidió a no tocar más el tema, es mas, ni siquiera a dirijirle la palabra, se sentia desepcionado, pobre de su amiga pensaba el.
Al regresar a casa con dos botellas de Tequila, el asado de tornó en fiesta, ya estaban acompañados por dos amigos de Esteban y una vecina regordeta que estaba en pleno chisme con Esther.
Habian sacado un estereo al patio, "…yo no se si mañana, la tendré entre mis brazos, solo se que fue en Marzo cuando la conocí…" sonaba en aquel lujoso aparato.
Cerca de las dos de la mañana, poco a poco los invitados se fueron despidiendo, pero el tequila aun abundaba despues de que Estenan tuvo que hacer otros dos viajes a la licorería, los pocos que quedaban estaban hebrios (era facil notarlo).

—¿Alguien a visto a Esteban? - pregunta Dénice al entrar de nuevo al patio despues de haber ido a despedir a Lenin, uno de los amigos de su novio.
—No, pero creo que iban a ir al hielo.
—No ví con quien se fué.
—Mmm… no me contesta el telefono, ¿Y Cinthia?
—No sé.

La situación era bastante incómoda para Julián, Cinthia era su mejor amiga sin menospreciar a Dénice quien tambien lo era, no sabia de que lado ponerse, simplemente las miradas se cruzaban entre ellos; molesta y sospechando lo que ocurria, Cinthia tomó su bolso y se fué.

—¿A dónde vas?
—A mi casa, Julián, no te preocupes no es tu culpa, ya luego platicaré con Esteban.

Abordó un taxi que habia pedido en la caseta de seguridad a la entrada del fraccionamiento.
Al regresar a su casa, ya solamente se encontraba Ruben fumando un cigarro.

—¿Y mi tia Esther?
—Ya se fue a acostar, dijo que ya andaba borracha, que ella no tenia el aguante de nosotros.
—Oye, ¿En serio no te preocupa donde esta Cinthia?
—Para serte sincero, si, pero estoy seguro que donde este, no esta sola, tu primo ha de estar con ella.
—¿Y lo dices asi tan tranquilo?
—Bueno, Cinthia y yo, somos una pareja muy moderna, no es que nos perdonemos infidelidades, es solo que no nos gusta limitar nuestros gustos… tu deberias hacer lo mismo.

Esa noche, el alcohol, la insitensia de Ruben y lo exitante de la escena llevaron a ambos a la cama, donde ambos disfrutaron de la grata compañia y placer del otro.
A la mañana siguiente Julian muy temprano salió de su cuarto para irse al de su primo, el cual aun no llegaba con Cinthia. Tomó su teléfono y le marcó a su amiga.

—¿Donde estas wey?
—No le digas nada a Ruben, ya vamos para ayá, ¿Donde esta el?
—Esta dormido, ¡apurate!

A la hora de la comida, nadie se atrevia a comentar o preguntar lo que habia pasado la noche anterior, todos sentian culpa, comenzando por Julian.
Como nadie dijo nada sobre la "puta fiesta" como le llamaba Julian, los siguientes dias trancurrieron tranquilamente. Luego de doce dias en Monterrey, habia llegado el dia en que Cinthia y Ruben debian regresar a Tepic.

Esa mañana Esteban se ofreció a llevarlos a la central de autobuses, pero en el camino Julian recibió una llamada de un numero desconocido, pero al ver el numero se imaginó quien sería, habian pasado varios dias sin saber nada de "los amigos" de Edy, quienes querian que el les pagara lo que a Edy le habian confiscado, sabia que eran ellos, no se habia equivocado, era Malandro, el jefe de la banda.

—¿Bueno?
—Hola Juliancito, ¿Como andas?, ¿Ya tienes mi encargo?
—No, lo que pasa es que estaba…
—Ok, ok no te procupes, ya se que no tienes dinero ni trabajo para pagarme todo ese dinero, asi que te voy a hacer un favor, una manera mas facil de pagarme.
—¿Como?
—Sabes, el proximo Sábado viene un amigo muy especial nuestro desde Canadá, es un tipo muy poderoso y necesito que me ayudes con el.
—¿Ayudarte?
—Asi es, vas a acostarte con el, solo asi podras saldar tu deuda conmigo.


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