viernes, 28 de octubre de 2011

Capítulo XIII - Una Sonrisa Perfecta.

Todos los personajes asi como las situaciones que se presentan en este trabajo son ficticias, cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

«El karma es pariente de la ironía»

Hay amores que definitivamente no nacieron para estar juntos, por más que luchen contra las adversidades, al final es el destino quien tiene la ultima palabra.

Creer en los sueños implica tambien considerar las pesadillas.

Aquella tarde era extraña, habia que volver a lo habitual, como antes que llegara su amiga Cinthia de visita.
Habia asuntos que arreglar, empenzando con Dénice, quien seguia en cierta forma distante con su primo Esteban, sentía culpa pues de no haber llevado a su amiga, seguramente Esteban no se la habría 'llevado'.

En camino de regreso de la central, le marcó por telefono a Dénice para proponerle ver una película en su casa, ella aceptó asi que en el camino tuvieron que llegar a recogerla a su casa.
También aprovecharon para llegar al 'gaming' a rentar una pelicula, compraron botanas y refrescos.

Estando ya instalados en la sala de su casa, y mientras Esteban y Cinthia colocaban las botanas en un recipiente, el teléfono de Julian comenzó a timbrar.
Era Malandro, otra vez.

—¿Bueno?
—Que onda mi Julian, ¿Ya pensaste lo que te dije?
—Estás loco si cres que me voy a porstituir para ti.
—Tranquilo, escucha: velo desde éste punto de vista, vas a ser el eunuco de Philip Benson, un mafioso pesado en Canadá, con el, tu palabra va a ser voz de mando.
—A mi no me importa ningún mando.
—¿Seguro?, recuerda que Edy está en la carcel y pues, teniendo a alguien con influencias pues no se, podria tener privilegios ahi dentro.
—No me importa, lo que Edy haga o deje de hacer ahi dentro es su problema.
—Uh… el niño está dolido por que Edy lo mandó por un tubo, pero escuchame no me importan sus pedos romanticos, lo que quiero es que me pagues y como no tienes dinero, vas a hacer lo que te estoy pidiendo.

Esteban y Cinthia entraron a la sala y vieron que Julian estaba alterado.

—¿Y que beneficio sacas con que yo me valla con ese Philip Morris?
—Benson, Philip Benson, y pues nada, solo que el tipo es muy sátiro y se que si te ve, le vas a gustar y a mi como premio por habertele dado me va a dar alguna ruta para contrabandear a Canadá.
—¿Y si no te dá nada?
—Si no me dá nada… -por un momento dudó en terminar la frase-… si no me da nada nimodo, solo quedaré bien con el al llevartele; asi que vete preparando, en unos dias llegua nuestro amigo.

Al colgar el teléfono Esteban y Cinthia se quedaron observandolo, no lo habian visto tan alterado desde hace mucho tiempo.

—Primo, ¿te pasa algo?
—No… bueno, aun no.
—¿Necesitas que te ayude?
—No Dénice, gracias pero nadie me puede ayudar.
—¿Pero que pasa?, ¿Por que dices eso?
—Hay ya, olvidenlo y mejor veamos la pelicula.

Aquella noche en la oscuridad de su cuarto, acompañandola con el humo de un cigarro y musica romantica, pensaba lo que haría, no queria someterse a las ordenes de Malandro pero no tenia dinero para pagarle; pensando en tantos enredosos asuntos no supo a que horas se quedó profundamente y ahi nuevamente tuvo un encuentro con su amor, esta vez habia un largo puente y Edy estaba del otro lado, Julian corrio a alcanzarlo pero a mitad del puente se dio cuenta que estaba incompleto, era imposible cruzar, un gran abismo los separaba.

Al despertar en la siguiente mañana su tia Esther ya preparaba el desayuno, Esteban y Dénice estaban sentados tomando un vaso de jugo de naranja, estaban serios, algo que a Julian le parecio extraño por que desde que Denice se habia ido a vivir a su casa, todos los dias al bajar a desayunar se encontraba con una escena tan romantica que caía casi en el ridiculo, pero este dia no era asi, algo pasaba, Julian lo notaba.

—Y ahora ustedes, ¿Que traen?
—Nada hijo -su tia se adelanto a contestar mientras colocaba en la mesa un plato con hot-cakes- es que hoy van a ir a recoger los resultados de los estudios de Dénice.
—Oh, ¿Van a ir al cardiólogo?
—Asi es.

Desde hacia varios dias, Esteban habia notado algo raro en el ritmo que le latia el corazón a Denice, asi que decidieron ir al doctor el cual le mandó hacerse esos estudios para estar seguros de lo que pasaba.

El dia Julian lo pasó buscando trabajo por el centro de la ciudad, ya habian sido varios dias de estar de 'vacaciones', pero no habia logrado encontrar algo que le gustara o que se adaptara a su horario ya que estaba dedicando cierta parte de su dia para terminar su tésis de titulación.

Al regresar a casa, se encontro una escena triste, Denice y Esteban sentados en la sala acompañados de el papá de ella y tia Esther.

Las noticias no eran buenas, en efecto, habia algo malo en el corazón de Denice y tenían que operar casi de inmediato, un mes, 6 de Julio máximo.
El problema era que ella no queria hacerlo, era una operacion riesgosa y tenia miedo.

Los siguientes dias transcurrieron bajo mucha presión, cualquier platica, cualquier comentario terminaba en una discusión entre Esteban y Dénice sobre el tema de la operacion del corazon de ella. Sin embargo entre Julian y Esther habian logrado sobrellevar la decision de Dénice de no operarse, por que al final de cuentas la decision la tomaría Dénice.

Era viernes y aunque no tenía intención alguna de salir a ningun lado, por la tarde recibió una llamada, de Malandro. Finalmente Philip Benson habia llegado a Monterrey, y habia que ir a conocerlo, para su mala suerte la cita era en su lugar favorito, el Código.

A las diez de la noche recibió un mensaje de Malandro. "Ya estan afuera esperándote, ellos te van a llevar".

Por primera vez el antro le parecia raro, debio ser por la compañia con la que iba a estar o por que estaba acostumbrado a ir con su primo.

Al llegar a la mesa donde estaba su cita, le presentaron a un Philip muy diferente al que se imaginaba, era viejo pero muy guapo, que a pesar de ser canadiense usaba ropa de vaquero méxicano, Julian pensó que seguro quiso vestirse "a la mexicana" pero alguien lo asesoró mal, muy mal de hecho. Pero se le perdonaba por sus lindos y tiernos ojos y sus rosados y delgados labios, tenia una sonrisa perfecta, "Después de todo, no está tan mal… si me lo hecho" pensó Julian en su aturdida cabeza por la musica de Maroon 5 que tocaba el DJ.

—¿'tu tiene cuantos anios'?
—Ventidos, en dos meses cumplo los ventitrés.
—'Mucho pequeño, pero lindo, ¿Cómo se llama tu… ¿Cómo si dice?… boyfriend'
—No tengo, acabo de terminar con alguien, asi que por el momento no quiero ataduras.
—'So, ¿no haber problem con que vallamos a un hotel'?
—Hum… pues lo que pasa es que no tengo opción.
—'So, ¿Nos vamos?'.

Era como caminar a una cámara de tortura, afuera esperaban tres camionetas ultimo modelo, ellos subieron a la segunda, la mas lujosa, en el camino Philip Benson, aprovechó para quitarse la camisa y besar a Julian, y algo que impresionaba mas a Julian era que eso lo exitaba, estaba completamente poseido por la forma en que ese viejo experimentado lo acariciaba por todo el cuerpo y lo besaba delicadamente.

Llegaron a un hotel, muy lojoso por cierto, y a pesar de no estar tan contento de ir a acostarse con un desconocido, lo estaba disfrutando.

Después de hora y media de gran placer para ambos, Philip y sus escoltas llevaron de vuelta a Julian al antro, Philip ya no se quedaría y antes de que Julian se bajara de la camioneta, el viejo le entregó una paca de dinero. Julian lo aceptó. Al final de cuentas se lo habia ganado.

Inmediatamente tomó un taxi y se fue a su casa, en el camino Malandro, su nuevo amigo le marcó.

—Mi Juliancito, quiero felicitarte, me acaba de hablar mi amiguito muy contento por haber estado contigo, además me dijo que tu también lo disfrutaste, me dá gusto por que estoy seguro que te va a volver a buscar.

Julian colgó el teléfono, fue ahi cuando se dio cuenta de lo que habia hecho, se habia convertido en el amante de un mafioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario